PM POR EL MUNDO: SERGIO EN ALBACETE

Sergio parecía que iba a ser jugador del Santa Pola, filial del Lucentum, pero al final el destino tenía preparada para él una aventura aún mayor: "Albacity", como el mismo la llama, es una sorprendente metrópoli en medio de la Mancha cuya realidad es muy diferente a lo que podíamos esperar...En algunas cosas. "Pues no veo a nadie con boina ni con navajas, ya ves tú" apuntaba un irónico Girome, cuyos orígenes están más cerca de Toledo que de la capital manchega. Enormes parques, calles amplias y sensaciones de estar en una "gran ciutat" que diria Jordi Robirosa.

En nuestra visita a tierras manchegas, nos hizo de anfitrión un nuevo Pereres Man, Juan Carlos, más conocido como "El Kiri", un buenazo al que ya conocimos en el torneo de Ontinyent, que esa misma tarde participó en una de nuestras pachangas antes de partir desde el aeropuerto de La Llosa rumbo a Albacete. "Tranquilos que yo se llegar", fue una afirmación que nos tranquilizó al que escribe, a Girome y a Toni Legionario mientras seguíamos al coche tripulado por el propio Kiri y conducido por Tornado Tolsá, después de que perdiéramos la pista al Audi que conducía a altas velocidades un Joan Easy convertido en Joan Fast and Farru, ya que Pablo era uno de sus acompañantes. Kiri conoce bien Albacete ya que estuvo jugando hasta hace poco en el otro equipo de la ciudad. Ahora, retirado por decisión propia de la competición (momentáneamente, esperamos) Juan Carlos se perfila como un ocasional Pereres Man de auténtico lujo.

Ya en nuestro destino, el partido fue espectacular. La cancha del CB Cinco, en pleno corazón de la ciudad, es todo un clásico. "Resulta acogedora, no había visto nunca asientos como estos, reclinables, de madera y con reposabrazos en las gradas" nos apuntaba Enrique, padre de nuestro crack, que como siempre no se pierde las evoluciones de su hijo. Ambientazo en la grada, mucho ruido y exclamaciones curiosas entre los nativos de Albacete, que recriminaban a los colegiados con expresiones tan poco usuales por aquí como "majadero" y "desvergonzado", pero también otras más conocidas, como "calvo de m...". En la cancha, mal partido del CB Cinco, un equipo tirando a veterano con cierta falta de sangre, que vió como el Real Madrid marcaba el ritmo en todo momento, liderado por un impresionante Jefferson Froehlich, base-escolta brasileño de 1'93, con físico explosivo y muy inteligente al que le auguramos posibilidades de llegar a la ACB. Por cierto que al Madrid lo entrenaba nada menos que Alberto Angulo, duro pero con educación y clase en el banquillo, todo lo contrario que el lamentable Roberto Iñíguez del Valencia Basket.

El amigo destrozó al CB Cinco, y aunque el partido de Sergio fue malo en ataque (desacertado en el tiro, con 1/2 t2 y 0/3 en t3) nos quedamos con la lectura positiva de que en los 6 o 7 minutos en los que nuestro Pereres Man se emparejó con la estrella rival, éste no anotó ni un solo punto. La garra de Sergio, tirándose por el suelo y luchando cada balón en defensa, le llevó a cometer tres faltas a lo largo del partido, algo que también resta puntos de valoración, pero la sensación atrás de nuestro crack fue buena. "Lo que quieras Lakers, pero yo no he venido aquí a hacer 2 puntos". No, pero dentro de la apatía generalizada del equipo, echarle un par de webs atrás y protagonizar jugadas como un intento de "coast to coast" tras robo que tuvo que ser parado con una falta por el tercer defensor rebasado, nos da la seguridad de que esto solo ha sido una mala noche y que esos tiros y otros muchos otro día entrarán. Eso sí, el salto de Primera Nacional a EBA (y más concretamente a este grupo, tremendamente físico y con rivales de mucho nivel) es impresionante.

Tras el partido, nuestro protagonista nos guió por la ya gélida la noche de "Albacity", a la que por lo visto estaban ya habituadas las jovencitas nativas, a juzgar por sus estivales atuendos, en los que predomina la minifalda conjuntada con botas altas. Nos da a nosotros que Sergio se moverá por esas calles como pez en el agua, aunque sobre sus gustos culinarios tenemos nuestras dudas, tras cenar a sugerencia suya en un Kebab donde Girome casi tuvo que ir a la cocina a por su cena y donde la salsa o la cerveza te la sacaban 40 minutos después de haberla pedido.

En el vuelo de vuelta a Xàtiva a bordo del Astra-Laker, unas turbulencias casi nos llevan a Alicante (nos quedamos a 50 kilómetros), aunque finalmente y gracias al GPS (que no a sus operadores) logramos aterrizar en casa. La visita pendiente a la capital alicantina y su "Bar Coyote" la dejamos para otro programa de "Pereres Men por el mundo".