FINAL A CUATRO Y OTROS ASPECTOS por José Manuel Pinone

Una vez leí una entrevista a Carmen Lluveras en la que decía que para ella no había entrenadores de hombres y de mujeres solo existían entrenadores de baloncesto, con lo que tranquilamente podemos afirmar que el baloncesto es un deporte que salvo el tamaño del balón un “pelin” más pequeño para ellas, es un deporte que no entiende de sexos y más en estos tiempos de supuesta igualdad.

Como sabéis, hace unos días se celebró en Valencia la final a cuatro (prefiero decirlo es castellano) de la euroliga femenina, no voy a hacer una crónica del evento pues para eso esta la prensa especializada y los profesionales que se dedican a estas cosas, pero si me gustaría comentar algunos detalles que como amante de este deporte considero interesantes; No entiendo como un evento deportivo celebrado en España y con un equipo español con opciones de victoria solo se pueda ver por medio de un canal de televisión autonómico, Punt-2 el segundo canal de RTVV, el resto de españolit@s tuvieron que hacer filigranas entiéndase Internet, parabólicas etc... la respuesta de TVE sencilla los derechos los tiene Eurosport.

Parece ser que hay un ministerio de igualdad o como otros dicen “igual dá“ pero que con esto del deporte la igualdad no tiene mucho que ver pues os podía citar una larga lista de discriminaciones en el mundo del deporte que imagino que la Sra. Ministra desconoce o no le interesan, considera más oportuno gastar el dinero de nuestros impuestos en cambiarle el sexo a Caperucita a Blancanieves y otras memeces.

Aunque hubo buena afluencia de público más de 7.000 espectadores sinceramente me esperaba el reventón, la oportunidad lo merecía la “semi” entre los dos equipos rusos reunía a las 8 o 9 mejores jugadoras del mundo solo faltarían la bella Lauren Jackson (verdad Lakers) y alguna jugadora australiana más para el “top teen”, jugadoras de nivel de final de campeonato del mundo o juegos olímpicos.Sudé tinta china para poder regalar dos invitaciones que me pasaron el mismo viernes por la mañana, llegando a ofrecérselas a cuatro amigos seguidores del baloncesto menos mal que no hay quinto malo, posiblemente si las entradas hubiesen sido para un partido de Liga ACB u otra competición masculina me hubiese ahorrado algunas llamadas de teléfono.

De todas formas un enfermo de baloncesto como yo disfruto de la competición, descubrí el trabajo de los utilleros marcando las botellas de agua con los números de las jugadoras, recogiendo las sudaderas, repartiendo las toallas – también personalizadas-, la labor del preparador físico en el calentamiento y en los estiramientos, las carreras de la entrenadora Chapman por la banda con unos tacones de palmo, sus tiempos muertos muy americanos, hablando con sus colaboradores y a continuación dar las instrucciones a las jugadoras sin gestos ni aspavientos,y los dos mates que Sylvia Fowles nos ofreció durante la rueda de calentamiento de la final (al final del artículo hay un vídeo de esta chica).

Aunque nuestro deporte es un deporte de equipo –nunca hay que olvidarlo- y sobre todo repetírselo a los niños que empiezan a practicarlo no quiero pasar por alto mi admiración sobre dos JUGONAS sí en mayúsculas, una es producto nacional Laia Palau cada vez que la veo jugar me impresiona más eso que los expertos ahora llaman “intangibles” ¿no? estas cosas que no salen en las estadísticas, la otra como os imaginareis se trata de Diana Taurasi fue un lujazo verla en directo cualquier adjetivo que nombrara me resultaría insuficiente para definirla como jugadora estoy convencido que esta mujer puede jugar en un equipo masculino con toda normalidad.

Para finalizar los que estuvimos allí lo pasamos en grande, sobraron los de siempre los políticos figurones que solo se dejan caer por estos eventos para salir en la foto y lo que no sobro fueron los pitos para el presidente viajero de la FEB Sr. Sáez, así pues queridos lectores como dice un buen amigo esto del baloncesto es algo más que un rollo de negros y saltos”.