LA PACHANGA ERRANTE: L’OLLERIA CONNECTION!!!

Como si de los Rolling Stones se tratara, los viejos rockeros de Les Pereres se volvieron a desplazar a otra localidad vecina para seguir disfrutando del baloncesto más divertido de jugar por un ciudadano medio, el baloncesto absolutamente informal, el de las pachangas. El pabellón El Ravalet de L’Olleria nos esperaba…Aunque con un problema de última hora. A la baja de nuestro mejor jugador, Sergio Skywalker (por problemas digestivos), se sumó la de Juanjo Wallace, que es el único que conocía el camino. Rumbo a La Vall d’Albaida partieron a las 16:20 un montón de coches, para vivir en primer lugar una aventura no deportiva: “Lost. Perdidos en l’Olleria”. Entre la falta de indicadores, el hecho de que allí tienen 2 pabellones (todos fuimos primero al Vilecova) y el jaleo de separarnos, llegamos al Polideportivo en varias etapas. Y suerte que estaba por allí Javi Halley, que, por un error de Sergio al avisarle, estaba allí desde las 15:30 (pequeña p*tada).

Con todo, a las 17:00 estábamos allí los “Pereres Men” y los amigos del Basket l’Olleria, con los que pudimos charlar un buen rato…¡porque el pabellón estaba cerrado! El Conserje fue el último en llegar, a las 17:30 pasadas. Aunque el hombre al final se portó y nos dejó jugar hasta casi las 20:00, sus ganas por largarnos de allí fue de lo peor de la tarde, a las 19:00 ya empezaba a decir que si nos íbamos, que “con hora y media ya lo teníamos bien” ¿¿¿Cómo??? ¿¿¿Los tíos que han hecho pachangas de 4 y 5 horas van a tener bastante con 90 minutos??? Ni de coña. Como digo, al final no llegó la sangre al río y esperó pacientemente (aunque eso sí, los últimos en marcharnos no nos duchamos).

De la pachanga en sí, el mayor problema que tuvimos fue organizarnos: no nos conocíamos ni sabíamos del nivel de unos y otros, y mezclarse así era muy difícil. Como es normal, algún equipo quedó excesivamente reforzado y algún otro excesivamente debilitado…Aunque ninguno se fue de vacío. Al estar en l’Olleria, jugamos “con sus reglas”, a dos canastas (las 2 pistas cruzadas, aunque sin triple lateral, dejaban correr de parte a parte sin cansarse mucho), las canastas normales 1 punto y los triples 2 puntos, a 15 puntos para ganar…Y cuando se acaba un partido, el que va ganando el otro se proclama vencedor. Esto no gustó a algunos (en especial Jose Toro), pero era justo respetar sus reglas en su casa, que para eso éramos visitantes. Vamos a analizar los equipos. Disculpad que no recuerde los nombres de todos, ni el número de victorias, (creo que los que más ganaron fueron el 1 o el 2).

Equipo A: El equipo más potente en cuanto a físico. ¿los ganadores? Pues no lo sé. Jose Toro: cada día más increíble, una leyenda viva de los playgrounds al que da gusto sacar de casa por la admiración que despierta su entrega, fuerza y acierto (esta vez lo tuvo todo); Dani Júnior: Una muralla defensiva, el hombre que hacía impenetrable la zona, además de ponerse morado a rebotes. Nunca debió jugar junto a Toro, los dos juntos daban miedo, era como coger a un cruce de Barkley y Sandokán y ponerle al lado de otro cruce de Robertas Javtokas y el Último Mohicano (ac*jonante pareja). Mike: aportó su dosis de espectáculo y acierto, estuvo muy suelto (igual penetraba con fuerza que se cascaba un triple) y para frenarle los rivales siempre necesitaron a sus mejores defensores. Ramón Jedi: conocimiento, sabiduría y de vez en cuando algún canastón sorprendente, jugó a dos canastas mucho mejor de lo que quizá hasta el mismo esperaba. Girome: errático en el tiro, pero potente al rebote y muy leñero en defensa, estuvo en su habitual y valioso papel de “currante”.

Equipo B: El equipo más auténticamente “l’Olleria”, excelente tarde la suya, poco ruidosos pero muy efectivos, puede que se llevaran más victorias que el 1. Arturo fue el director del juego y su jugador clave, un base puro-puro con “pasado Pereres”, ya que jugó en nuestro polideportivo…¡Hace ya más de 15 años! Imaginad que llegó a jugar como cadete del CB Xàtiva junto a Damián ¡y a mi hermano Rober, que lleva años retirado! Un gustazo reencontrarse con un viejo amigo, que acudió con la camiseta quizá más curiosa, la del Panathinaikos (Dani o Juan jugaron con la de los Lakers, Rafa con la de Garnett, y Kyusskate con el 77 creo que de los Sonics).

Su hermano (no recordamos el nombre) nos sorprendió gratamente, ya que aunque de aspecto veterano, el tío se mueve como un rayo y sabe perfectamente qué hacer en cada momento, un buen jugador de equipo. Juan fue otro local muy destacado, si bien era el más bajito de los jugadores interiores de l’Olleria, jugando es una máquina, sumamente eficaz, de esos tíos que casi todo lo hacen bien. Encima es un tío simpático, del género "bon rollisme", eso siempre se agradece. Con ellos estuvo Michel, que aprovechó perfectamente la lectura de juego de Arturo para lanzar cómodo con su habitual acierto de “pistolero”, y Javi Kerr, muy intenso en defensa, algo irregular al crearse los tiros pero muy acertado cuando tuvo que definir en posiciones claras.

Equipo C: Extrañísimas sensaciones y dependencia de sus estrellas Zydrunas y Julio. Ganaron 2 o 3 partidos, pero no encontraron su juego y quedaron un paso por debajo del A y el B. Al menos Julio y Lakers disfrutaron de la gozada que es compartir cancha con Zydrunas, un chaval al que ya definimos en la crónica de las 24 horas de Ontinyent como “la reencarnación de Bodiroga”: Polivalente, eficaz y muy generoso, una maravilla sobre la pista y además muy buena gente, su carácter le llevará muy lejos en la vida. Además es más maduro jugando de lo que debería por su edad. Toda una promesa. Julio “Time” tocó ¡y como! la guitarra, con acciones individuales electrizantes, corriendo y penetrando como un chaval, estuvo a un nivel extraordinario en el apartado ofensivo.

El problema del equipo es que el resto apenas aportaron en ataque. El veterano pívot local Rafa, con su camiseta de Kevin Garnett (y cierto parecido físico con Juanma Iturriaga) se desmoralizó al ver el correcalles que por momentos eran los partidos, algo que no le venía nada bien. Estamos segurísimos de que con nuestra fórmula a una canasta se lo pasaría muchísimo mejor. Lakers, tras 20 días sin jugar por una lesión en el gemelo, volvió apagado y sin chispa, más pendiente de no recaer de su también maltrecha espalda (de la que se resintió) que de otra cosa. No aprovechó la posibilidad de correr que le brindaba el juego a 2 canastas. Y por último un chaval local que parece que no juega en el equipo federado, y que acudió vestido de blanco. El amigo tenía una gran forma física, por lo que fue el encargado de defender a las más feas en el juego exterior, la lástima es que tiró quizá demasiado para su escaso nivel de acierto.

Equipo D: El equipo más débil por lo descompensado…Pero con sorpresa. Parecía que se iban a ir de vacío pero no fue así, ya que ganaron como mínimo un partido al C. Allí estaba Kyusskate, un jugón con un estilo muy a lo Rashard Lewis, alero con una muñequita letal, pero letal de verdad. Acudió ataviado con unas gafas geniales de cristales naranjas, como las que llevó en su día Antoine Carr, ¡vaya crack! Quizá su jugador clave fue el pívot (perdonad que no recuerde el nombre), un chaval con acento argentino muy grande y fuerte, que recibiendo bajo el aro era mortal de necesidad, además de rebotear de miedo.

El triángulo ofensivo lo completaba Javi Halley, bien en el tiro y la dirección, aunque con un problema: tenía pocas opciones de pase. ¿Por qué? El quinteto lo completaban dos tíos que, digamos, se mueven más bien poco: Berni y Toni el Legionario. El primero estuvo bastante discreto, no destacó pero tampoco la fastidió, y el segundo arriesgó más, cometiendo errores graves…Pero totalmente compensados por su excepcional nivel de acierto. Sí, como leéis. Cuando cogió confianza tras anotar un par de canastas, se soltó el pelo y realizó un auténtico recital con asistencias incluidas. Ver para creer.

Tras la marcha de la mayoría de los locales, jugamos un partido a 50, mirando de reojo al reloj y al conserje. Fue a una canasta, con el problema de que media pista “cruzada” era más pequeña que media pista normal, no había triples laterales, y las zonas se convertían en algo así como la prueba del pasillo de los ninjas, que tienes que intentar cruzarlo sin que te den de leches por todos los lados (algo casi imposible). Si no recuerdo mal fue Jose Toro/Dani Junior/Girome/Mike/Javi Kerr vs Julio/Lakers/Javi Halley/Zydrunas/Ramón. El partido empezó igualado pero no tuvo mucha historia, fue una paliza para los primeros gracias sobre todo a su control casi absoluto del rebote. Lo mejor: Berni logró un triple a tabla, bautizando así también los aros de l’Olleria. No nos extendemos más. Los premios:

Premio Fela-Fela MVP: Pues la verdad es que viendo sólo la mitad de los partidos no sabemos bien a quien dárselo. Si contamos el rendimiento durante toda la tarde, contando el partido a 50, se lo podemos dar a Jose Toro, que en vez de un BMW parece que lleve el DeLorean de “Regreso al futuro”, porque otra explicación no se nos ocurre a que con el paso del tiempo cada vez juegue mejor. Otros que podrían llevárselo y a los que daremos mención son Arturo, Zydrunas o el pívot del D. Aunque si hubiera ganado más partidos, sin duda el MVP habría sido Julio.

Lapa de Oro al Mejor Defensor: Dani Junior. Gran lectura defensiva para cubrir espacios, mucha fuerza y rapidez, chocar contra él te hacía sentir como un “Dummie” de esos de las pruebas del EuroNCAP para los coches. Mención para los larguísimos brazos de Zydrunas recuperando balones, “Zydru” además fue de los pocos capaces de frenar a Mike cuando estaba en racha.

Giromazo de Plata al más Espectacular: Julio. Logró no una, sino varias acciones “coast to coast” con canasta y falta recibida. Penetró de miedo y, como siempre, hizo fácil lo que es muy muy difícil, para desesperación de sus defensores. Mención a Mike y sus triples descarados, algunos encadenados, y esas entradas kamikazes llenas de fuerza que son tan difíciles de parar cuando está en el aire con la lengua fuera, al estilo de su ídolo.

Poco Ruido y Muchas Nueces al Trabajo Oscuro: El pívot del D. Queda fatal no decir su nombre en un premio, pero es que el chaval es el justo merecedor, tremendo trabajo bajo aros finalizando jugadas, reboteando en defensa y ataque, defendiendo…Un pívot-pívot de los de verdad. Con el en la pintura, Kyusskate como alero y Javi Halley dirigiendo, el triángulo era letal…Si el tándem Berni/Legionario hubiera sido más regular en su aportación. Es lo que pasa al hacer equipos “a pressa i corrent”.

La frase: "Aún no me lo creo" (uno de los compañeros de Toni el Legionario, tras ver que habían ganado el partido gracias a él, con 6 puntos de 15 posibles y al menos 2 o 3 asistencias)