lunes, 2 de noviembre de 2009

HALA...¡MADRID! (IV): MÁS ALLÁ DEL PABELLÓN

Volvemos un día más a dedicar nuestro espacio casi-diario en el blog para contar algunas anécdotas que teníamos pendientes de nuestro viaje a Madrid para ver el Real Madrid-Utah Jazz. Si la última vez hablamos de lo que pasó en el pabellón, hoy toca contar cosas de las que pasaron fuera del mismo. Estas son sólo algunas de las más curiosas...

-Pánico en el ascensor. Lugar: Estación de tren de Xàtiva. Hora: Las 11:45, apenas a 10 minutos de que pase el Alaris con destino a Madrid, único tren con el que llegamos a hora para ver el partido. Wallace & Lakers entran en un ascensor que lleva al andén que hay hacia la vía donde para el tren, acompañando a una amiga de Juanjo que iba cargada de maletas. El caso es que entra otra chica cargada, y el ascensor...Se para. No sólo eso, las puertas no se abren, y durante unos segundos se masca la tragedia de perder el tren. Afortunadamente al final se abre, y con el susto encima, cargamos entre todos las maletas por las escaleras. Vaya acoj*no.

-El susto del “segurata”. Aunque para sustos, el que se llevó un guardia de seguridad de la estación de tren de Chamartin, donde bajamos para ir de allí al Bernabeu. El caso es que no sabíamos salir de allí, y Juanjo se decide a preguntarle a un “segurata”, con su discreción característica: le coje del hombro por la espalda, y exclama “¡Seguridad!”. Al tío le cayeron los pantalones a los tobillos, se quedó blanco como la pared, y acertó a articular un tímido “...¿siiiii?”, para luego, más tranquilo, indicarnos la salida. Nos vino a la mente el chiste de Dante Lapuerta (pedidle a Wallace que os lo cuente).

-Ministerio de ¿Defensa? De todos los lugares que vimos en el trayecto hasta el Bernabeu nos llamó la atención el acceso a las instalaciones del Ministerio de Defensa. Un lugar con una entrada muy amplia y majestuosa, pero custodiada por un único Guardia Civil con cara de pipiolo total, acabado de incorporar al cuerpo, y más delgado que un fideo (parecía un niño disfrazado). La imagen que daba era bastante “tipical spanish”. Más tarde veríamos en la misma zona a un coche patrulla, sí, pero con el copiloto jugando a la “PSP”. Y que consten dos cosas: que el que escribe es nieto y sobrino de guardias civiles, y que lo de la PSP lo respetamos mucho, el que no se haya tocado nunca un poco los c*jones en el trabajo que tire la primera piedra.

-Tony Roma’s no espera a nadie. Tras patearnos el tramo desde Chamartín al Santiago Bernabéu, llegamos al que tenía que ser nuestro destino para comer, el restaurante Tony Roma’s, de una famosa cadena de comida americana...Pero en este local dejaban de admitir entradas a las 16:00, y llegamos a las 16:05. P*tada gorda, aunque por suerte por allí había un “Rodilla” donde nos atracamos a sandwiches raros y una macroensalada proteica (pollo, atún, surimi...) que estaba de lujo.

-Madrid en metro, todo a un Euro. Teníamos nuestras reservas sobre cómo sería viajar en metro por la capital, pero la verdad es que, aunque un poco complejo por eso de los transbordos, es una pasada. Por sólo un euro (incluso menos si te sacas un abono) puedes ir subiendo y bajando de línea hasta llegar a tu destino, con gran frecuencia de metros, que encima no están tan masificados como, por ejemplo, en Valencia. Una pasada. Eso sí, cuando sales de un metro las escaleras mecánicas se “petan” (hay varios niveles, con lo que ello comporta) aunque siempre te queda el subir “a pata” como un valiente (nosotros lo hicimos en una ocasión, pese a que a Wallace pensaba que era “dar la nota”).

-Una Jam Sessión vacilona. En la entrada al Palacio de los Deportes (donde nos reencontamos con Pinone & son) estaba la tradicional Jam Session que acompaña en sus giras a los equipos NBA: concursos de tiro, atracciones y curiosidades. Una de ellas era una reproducción del Larry O’Brien Trophy, el trofeo de campeones de la NBA. Había cola para hacerse foto con él, y justo cuando le dejo el móvil a Wallace para que me haga la correspondiente foto, va y llama Juan para decir que ya estaba allí, con el consiguiente parón (todos esperando). Otra cosa curiosa era una carpa donde te podían hacer un fotomontaje chulísimo con la portada del NBA Live 2010. Allí surgió el comentario de cómo quedaría una portada de esas con la figura de Berni como protagonista.

-Cena y postre en la madrugada. Tras el partido, y aunque era tarde de c*jones, tocaba cenar, porque con las palomitas y la picantísima comida mexicana que nos “jalamos” en el Palacio no había bastante. En principio la cosa pintaba mal, estaba casi todo cerrado, salvo un Burger King que estaba hasta las banderas, y donde casi nos quedamos. Wallace nos incitó a Juan y al que escribe a arriesgar y buscar otro sitio, y el acierto fue pleno: llegamos a un “Vips” una especie de cadena que combina tienda con restaurante, y que es una auténtica pasada. Allí, los “Pereres Men” decidieron salirse de la rutina a la hora de pedir el menú. Juan fue el más conservador, y optó por un variado de sandwiches, una cena mas de “ir por casa” pero con bastante buena pinta, por eso de alternar sabores. Mientras, Wallace y Lakers, tras cenarse unas tiras de carne con brécol y anacardos (estaba de lujo), optaron por degustar sin prisas dos grandes batidos, el primero uno de chocolate bien negro y el segundo uno de Vainilla color amarillo L.A.. Buena comida, buena charla, buen ambiente, sensación de ser auténticos “MVP” y un pensamiento común “¡que viva Madrid!”.

-Botellón en Chamartín. La cena hubiera sido un gran epílogo, pero había que volver...Y pillamos un taxi para la estación de Chamartín. El taxista nos vio cara de turistas, y nos “coló” una vueltecita valorada en 10 Euros, que nos hizo pensar “taxi en Madrid, “una y no más”. El caso es que al llegar a la estación, tuvimos dos sorpresas desagradables: la primera es que estaba cerrada hasta las 4:30 (al llegar nosotros no eran ni las 3:00), por lo que había que esperar en la calle...Y la segunda es que la calle era escenario de un “macrobotellón”, y estaba lleno de adolescentes borrachos/as, botellas de bebida, cenas mediodigeridas y en definitiva un ambiente poco agradable para pasar allí tanto rato. Por eso (a propuesta del que escribe) acordamos salir a caminar en dirección a la estación de Atocha “que está cerca y llegamos enseguida” dijo Lakers.

-El largo Paseo de la Castellana. La verdad es que cerca no estaba ni de broma, pero entre estar quietos y aburridos tantas horas, o patearse la capital a medianoche con una temperatura bastante agradable, la segunda era una buena opción. El tema es que desde Chamartín, más o menos donde están las torres Kio, hasta Atocha (pasando la Cibeles y el Parque del Prado) debe haber más de 10-12 kilómetros seguro. El Paseo de la Castellana no acababa nunca, y cuando lo hizo, llegó el Paseo de Recoletos...Y luego, el Paseo del Prado. Y nos lo pateamos todo, en cerca de dos horas de caminata a buen ritmo, viendo las ubicaciones de las centrales de los bancos, los ministerios, los diarios de tirada nacional (espectacular la fachada del “ABC”), charlando y comentando las mejores jugadas de la noche. Un momento de esos para recordar, aunque acabamos hasta los mismísimos de caminar. Y al llegar...

-La estación sin banquillos. Mira que la estación de Atocha es grande de verdad, pero tiene una p*tada importante: por seguridad o lo que sea, no hay banquillos. Como lo oís. Bueno, sí los hay, pero están dentro de los despachos de atención al cliente y venta de billetes, que abren sobre las 07:00. Nosotros cuando llegamos, con los pies doloridos y muertos de sueño, casi ni encontramos un bar abierto Sólo había uno a esas horas, y llegamos a él tras preguntar a varias personas. Encima, en el referido local no había pan de bocadillo, sólo croissants. Eso sí, dulces (con chocolate y crema, de toda la vida) o salados (con salmón, atún, huevo, lechuga...) con el inconveniente de que estos últimos estaban hasta arriba de mayonesa, algo que descubrimos una vez pedidos los nuestros. Así acabamos la noche, comiendo croissants con mayonesa, muertos de sueño, y esperando el tren de las 7:40, donde la siesta sería olímpica. Eso sí, pudimos leer ya en el “Marca” la crónica del partido que habíamos visto unas cuantas horas antes, e ir pensando en la nuestra, la crónica que estás leyendo, con nuestra versión de los hechos.

Parece que se ha acabado, pero no. Aún quedan fotos por enseñar, y algunas cositas más, a la espera de que Pinone nos pase también unas fotos que tenemos pendientes para completar la historia con su "crossover".

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran historia lAKERS!!!MENUDO PATEO ME HICISTE HACER,DIOS MI MADRE!!!
EN UN RATO LLEGAMOS,DIJISTE...LOS COJONES!!!!MAS DE DOS HORAS DE PATEO...y mis pies como dos pimentones!!!

wallace

Anónimo dijo...

por cierto....no has comentado nada que en el recorrido de la caminata vimos a gente muy diversa y de diferentes trabajos nocturnos!!!jajajajajajaja

wallace

Lakers dijo...

Es verdad, aunque predominaba un oficio sobre todo jajajajaja

(barrenderos, claro)

Anónimo dijo...

sera barrenderas!!!jajajajajaja

wallace

Anónimo dijo...

POE QUE SALE JUANJO SIEMPRE EN LAS FOTOS Y NO TU LAKERS? ESTA CLARO QUE ERES BASTANTE MAS AGRACIADO, JAJAJA

Anónimo dijo...

Lakers, que cronica mas "friki", lo de Juanjo no tiene perdon "de Chamartin a atocha un paseito" que borde de tio, aunque patearse la castellana de punta a punta resulta muy interesante, me habeis recordado a los protagonistas de la pelicula "Barrio", Un saludo
JM Pinone
Pd. Es verdad te debo unas fotos ya no me acordaba.

Anónimo dijo...

Colegas, tenéis q quedaros con lo bueno...
Estoy seguro q muy poca gente a podido disfrutat de un paseo como el vuestro, y menos a esa hora, sois unos privilegiados, co*o!!!
jajaja

José A. Francés

Anónimo dijo...

ole peaso cronica! esto es una crónica y no lo q ponen los diarios!!!
saludos

Damián
PD> sabes quien es pereresman@... (creo q tu xo no estoy seguro)

Lakers dijo...

Jajaja gracias. Sobre todo al anónimo que escribe en mayúsculas, jajajajaja

Por cierto, sí, soy yo el pereres man, que he debutado en el MSN, jejeje A ver si coincidimos una noche de estas.