UN VALHALLA DE IDA Y VUELTA

No me refiero al pub del Mercat, sino al auténtico Valhalla, el lugar donde los guerreros de la mitología nórdica van cuando mueren. No sé cuanto tiempo más podré jugar al baloncesto, pero lo que sí tengo claro es lo que quiero hacer cuando deje de hacerlo: Correr. En las carreras populares hay gente de 50, 60, 70 años (!!!) que dentro de sus posibilidades corren y hacen deporte de forma activa e intensa. Eso no lo he visto en ninguna otra modalidad deportiva. Eso es lo que quiero hacer. El tío Lakers, con 34 años, aún quiere jugar a balocesto al menos 2 años más (para cumplir 20 años de pachangas tras volver a Les Pereres)...y si puede ser hasta los 40, pero no a cualquier precio. Jugar “suave” sin entrar a canasta kamikaze, sin forzar la máquina defendiendo y sin tirarme por el suelo a por cada balón me resulta doloroso, no me siento yo mismo.

Este año ha sido horrible en cuanto a lesiones en el baloncesto (fascitis, rotura fibrilar, tres veces la espalda...) pero corriendo me siento renacer, porque puedo entregarme a tope. La foto es del viernes pasado en La Pobla del Duc. En unos días, he corrido también en Castelló de la Ribera y Loriguilla. No soy el que era corriendo ni de lejos, pero poco a poco espero volver a “pillar el puntito”. Quiero que el atletismo sea como ese Valhalla donde continúe vivo deportivamente, para enfrentarme junto a otros guerreros retirados de otros deportes al gigante invencible que es el paso del tiempo. Por eso, cuando no me veais en las pachangas, no penseis que ya no estoy, porque estaré en mi Valhalla. Por ahora como visitante, aunque algún día me toque quedarme allí.

Os digo todo esto porque mañana no voy a bajar a la pachanga, y seguramente esté dos o tres semanas más sin bajar, para volver con la espalda al 100% (corriendo no me tengo que “doblar”). Espero que lo comprendáis y sigáis ayudandome enviandome fotos y crónicas. Yo seguiré aquí con vosotros cada día desde el blog. Lakers se sigue cuidando mucho, va a pasarse unos días en el Valhalla y pronto volverá para jugar a tope y como siempre. No dejéis que la llama se apague, no dejéis de jugar.