miércoles, 26 de marzo de 2008

RAMÓN, EL GRAN MAESTRO JEDI


Te dice “el baloncesto está aquí”, y se toca con el dedo índice en la cabeza.Cuanta razón tiene Ramón García, comercial de profesión y jugador de baloncesto y “maestro jedi” de vocación, porque de otro modo no se entiende que,habiendo empezado a jugar con nosotros pasados los 30, lleve ya 7 u 8 años ininterrumpidamente en Les Pereres y en ese tiempo no haya cambiado lo más mínimo.Un padre y esposo ejemplar y cumplidor (adora a su hijo Gabriel, futuro “center” del equipo que derrotará en el 2023 o así a la “quinta de Sergio”, y en unos meses tendrá más descendencia). Un tío sobre toda las cosas con carácter y muy legal...Que en realidad se contradice en algo: El baloncesto lo lleva en la cabeza, pero lo juega, igual que hace todo en la vida, con el corazón.

Apodos

El primero que tuvo fue “Jedi”, se lo pusieron los chavales (David, Joan, Sergio, Javi Tolsá...) cuando les había repetido 800.000 veces eso de “el baloncesto está aquí” en sólo unas semanas. Clasicazo donde los haya eso de apartar en el descanso de los partidos a alguno de los jóvenes para cogerle del hombro y aconsejarle sobre lo que debe o no hacer mientras con el otro brazo señala el aro. Sólo le faltaba comenzar la frase diciendo “Joven Padawan...” .Incondicional seguidor de Dirk Nowitzki (tiene hasta su camiseta), también se le ha llamado como el alemán cuando tiene buenas rachas. Pero ese “Maestro Jedi” no sólo no se ha ido, sino que se acentuará si, como algunos le dicen, algún día opta por sumarse al Pika y a Damián, y hacerse entrenador. Sería (será) una pasada verle en los tiempos muertos.

Ramón en Les Pereres

En realidad Ramón proviene de la “época de los dinosaurios” de Les Pereres, porque jugó allí incluso antes que Julio, Pedrito o Lakers. Cuando no era más que un adolescente (intuímos que algo vaciloncete) descubrió el mundo del basket y bajó algunas semanas para medirse con un incipiente Richard o un jovencísimo Chacón. Puede que en realidad coincidiera con los que hemos nombrado antes, pero el caso es que no se recuerda. El entonces “joven aprendiz de jedi”, cual Anakin Skywalker, cayó en el lado oscuro de la fuerza. La noche le llevó con él, y se convirtió en “Deejay”, (pinchadiscos, para entendernos todos) habitante de las discotecas y noctámbulo habitual, con todo lo que ello conlleva. Una etapa que está ahí, pero que superó, porque ese “lado oscuro” se ha de superar, o te arrastra con él hasta desintegrarte.

Afortunadamente no fue así, conoció a su mujer y “sentó cabeza”. Un día decidió volver a jugar al baloncesto. Y bajó a Les Pereres. Y se quedó. Más de una vez le han recordado que cuando los chavales (entonces auténticos “pipiolos” de menos de 1’70) quisieron jugar, él les dijo en primera instancia que no. Pero tan cierto es eso como que luego Ramón ha sido uno de los motivos para que se quedaran con nosotros todos los sábados que pueden, en una época de la vida en la que han tenido y tienen otras muchas opciones. Lo que es hoy en día Les Pereres no se entiende sin Ramón.

Sus armas

Es sobre todo un anotador, principalmente de triples. Cuando empezó a bajar no se prodigaba mucho, pero poco a poco se fue soltando hasta ser casi un especialista, con todo lo que ello implica: a veces desequilibra el partido y te lo gana él solo de manera espectacular...Y a veces no tiene su día. Ahora parece que vuelve a no chupar tanto, juega más para el equipo (de pívot, aunque no le guste) y aporta en otras facetas (En la foto le vemos calentando con el resto de los Mavericks en Dallas).

Porque Ramón combina altura y peso, cosa que se da en pocos de los habituales de Les Pereres, lo que le ayuda a rebotear bien tanto en ataque como en defensa. Sus movimientos no suelen ser rápidos pero sí muy efectivos, como un gancho a la media vuelta que sabes siempre que va a hacer, que ejecuta muy lentamente, pero que no es fácil de parar. Su inteligencia sobre la cancha le convierte también en un buen pasador, y entrando a canasta utiliza muy bien el cuerpo para protegerse, como el Karl Malone de la última época (salvando las distancias, claro). Entra también lento pero con mucha potencia y un tremendo acierto.

Suele entrar en las discusiones “esa bola es para mi equipo”, utiliza la “guerra psicológica” como un arma más, y aunque él dice que es involuntariamente, sus efectos son los mismos que cuando Rodman le decía cositas a la oreja a Frank Brickowski, te marea y no sabes por donde vas. Ese “factor psicológico” le hace multiplicarse a sí mismo cuando está en racha. También tiene instinto para taponar, cuando se lo propone. En realidad es muy completo, el único problema es que su forma física nunca ha sido 100% buena. Siempre arrastra pequeñas molestias sobre todo articulares (aunque también en la espalda, alergias, etc), y la falta de explosividad le resta opciones sobre todo ante defensas individuales, aunque trata de superarlo con sus fundamentos. Con Ramón en Les Pereres pasa como con Sabonis en la NBA. Nunca sabremos qué habría pasado si hubiera llegado joven y sano.

Anécdotas

A él le gusta mucho recordar una a nivel deportivo, y es que el último partido a 100 antes de casarse (o el primero después de casarse, no recordamos exactamente) decidió “chupar” y contarse además los puntos. Hizo 2 partidos increíbles, en el primero anotó trece triples seguidos sin fallo, terminando con un parcial de 14 de 17 y un total de 64 puntos. En el segundo no hizo esos parciales, pero anotó 63 puntos. Aquel dia hacia mucho calor, y el nivel de la gente era alto, estaban, por ejemplo, aquel gran tándem que formaban Julio y Juanda.Jugamos en la canasta cercana al frontón porque la "buena" estaba rota.

Gran anécdota deportiva. Pero vamos a contar también otra: Como adivino es un desastre. Es más, nos atrevemos a decir que es un auténtico gafe. Todos los años, cuando se acercan los playoffs de la NBA, es típico que en Les Pereres comentemos y hagamos apuestas sobre quién va a ganar en anillo. No sólo no ha acertado nunca, sino que el equipo por el que apuesta se hunde miserablemente. Los más recientes son los fracasos de los Houston Rockets o los Dallas Mavericks cayendo en primera ronda en los últimos años (especialmente estos últimos contra los Warriors).

Lo peor es que hasta cuando dice “y si no, ganará este”, también falla. Pero es que además, cuando quedan 2 equipos, cuando se juega la final, que las posibilidades son del 50%, también pierde “su” equipo. Le pasó a Dallas (también) en la final que jugó contra Miami, o a los Pistons en la que les enfrentó a los Spurs. Si dijera que este año ganan los Lakers de Kobe y Gasol, ya sabéis lo que pasaría, así que desde aquí te lo pedimos de buen rollo ¡Ramón, por favor, apuesta por los Suns “y si no” por los Celtics!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

tremendisim el reportatge laker...pero mes tremendo encara es este home,eh o no tio ramon?jajajaja,sabes que para mi siempre seras como un tio porque se que siempre vas a estar ahi cuando lo necesite y poder contarte todas mis historias y problemas para que tu siempre me digas esa misma frase:"me recuerdas a mi a tu edad"jajaja,eres un autentico jeday pero se te quiere mucho,un abrazo...genio y figura

Anónimo dijo...

Ramón es un Lord Sith enviado a este rincón de la galaxia para sembrar el caos y la confusión entre las fuerzas rebeldes; i no veges com jua als bolos, al billar i a lo que li tiren el molt....

Jose. También conocido como Lakers. dijo...

Gràcies, Sergio, però Lord Vader té raó, he oblidat un detall important sobre Ramón, és el mestre suprem dels jocs de saló: Bolos, billar, futbolí, etc, en això "domina la força" completa i absolutament.